Gran poeta ensayista mexicano

Que escribía de nosotros sin espanto

Conocido en el mundo por la paz que por lozano

Hoy sus libros los lee en el camposanto.

 

El mexicano con boca abierta nos dejó,

Pues en el laberinto de la soledad nos enseñó

 Que no solo éramos esencia sino historia

Y eso México lo elevo a la gloria.

 

Más a la muerte con canas rojas dejo

Ya que escribía sin dolor,

Pero a Octavio paz no le importo

 Y su viaje continuo.

 

Mas a Octavio no sabía lo que le esperaba,

 Una enfermedad le aproximaba

Pues la muerte no perdonaba,

Mientras que Octavio solo reía a carcajada.

 

Octavio nunca se imaginó,

Ya que al amor de su vida encontró,

El corazón le salto de emoción

 Pues bajo el árbol Nam se casó.

 

La noche llego y también la brisa, los lamentos y la desesperación,

 Finalmente, la muerte ya no tuvo compasión

Y a Octavio con Cáncer termino,

Todo México con nube gris dejo.